El humorista Harold Lloyd formó junto con Chaplin y Buster Keaton el trío de grandes cómicos del cine mudo. Lo que poca gente sabe es que a Harold le faltaban el pulgar y el dedo indice de la mano derecha debido a un accidente con un puro de broma. Nunca se supo que es lo que pasó. Aún así fue capaz de las mayores proezas inimaginables para la época. Paradigmático es el caso de El hombre mosca donde en los primeros planos era el mismo quien subía por el edificio. Pero hay que tener en cuenta que era una falsa pared construida sobre el techo de un edificio y gracias al ángulo de la cámara se podía ver la calle y a los peatones a lo lejos. Eso sí, le seguía una una plataforma de seguridad aunque tampoco parece ser que le sirviera de mucho si se caía. El encargado de doblarle en los planos generales era un tal Robert A. Golden. Y es que en aquellos locos años no existía la pantalla azul que tantos réditos económicos -que no artísticos- le sacaría George Lucas. El ingenio consigue siempre mucho más realismo y si encima publicitas diciendo que el propio Harold hacía todas las escenas peligrosas pues ya tienes el éxito asegurado.
Os dejo un video de la famosísima escena del reloj.
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