The Quiet Earth me ha demostrado que el mundo es un pañuelo. Esta frase no exenta de verdad se me hace más verídica al descubrir que mi cuñado era amigo de uno de los productores de esta joya neozelandesa del año 1985 y para más casualidad, la vi antes de saberlo. Lo que más me fascina de esta obra de ciencia ficción es la banda sonora, simplemente impresionante y el final, que no desvelaré para quién quiera verla, es simplemente apoteósico. El argumento, muy sencillo. Zac Hobson se despierta una mañana y sigue su rutina normalmente. Pero algo ha cambiado y descubre para su horror que es el único ser vivo perteneciente al reino animal que existe sobre la faz de la tierra. Un desconcertante inicio para una película que siendo honestos peca de alguna incongruencia pero que globalmente cumple perfectamente. El ritmo es bueno y la verdad es que engancha desde el principio y eso que la ví en inglés subtitulada.
QUE ES LO DE Meeting Locations QUE ESTÁ DEBAJO DEL CONTADOR
ResponderEliminarsi es publicidad encubierta se va fuera
ResponderEliminarGran película. Mucho mejor que la de Soy Leyenda (ambas basadas en el mismo libro, al igual que aquélla de Charlton Heston, The Omega Man)
ResponderEliminarCasualmente, la semana pasada vimos la versión de Vincent Price. Personalmente me quedo con la de Heston, tal vez porque a pesar de haber sido de izquierdas en su juventud-mediana edad, lo recordaremos siempre por su imagen patética sujetando el rifle en la reunión esa de la NRA. Y la verdad es que ahora choca verlo acostándose con una mujer negra con pelo a lo afro.
ResponderEliminarSí, la de The Last Man on Earth también la vi. Yo creo que también me quedo con la de Heston, de cuando aún era persona y no mono del planeta de los simios.
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