Ayer murió Albert Hofmann, descubridor del LSD. El día 19 de abril de 1943 será recordado porque tomó 250 microgramos de esta sustancia y más tarde, mientras montaba en su bicicleta tuvo algo más que un “viaje”. El mundo del cine no es extraño a esta droga (en general a ninguna) y tenemos grandes ejemplos de películas en donde las drogas se convierten en el tema central de la trama. Trainspotting o Requiem por un sueño son ejemplos recientes. Tenemos otro ejemplo en Alguien voló sobre el nido del cuco, ganadora de un Oscar. Película basada en la novela homónima de Ken Kesey, gurú y líder del núcleo duro del movimiento hippie. Recomiendo el libro de Tom Wolfe de Ponche de ácido lisérgico, donde narra las peripecias de Kesey y su pandilla de bromistas. Es famosa también, la escena de Easy Rider en la que Peter Fonda se encuentra en los brazos de una estatua en un cementerio y llora mientras le pregunta a su madre porqué se ha suicidado. En esta escena el actor estaba realmente bajo los efectos del alucinógeno y de hecho tuvo una bronca monumental con Dennis Hopper porque éste la incluyó en el montaje final en contra del deseo del actor.
jueves, 1 de mayo de 2008
En las butacas de la percepción
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