lunes, 3 de octubre de 2011

La Herencia Valdemar


En la historia del cine hay muchas buenas ideas que se han convertido en malas pesadillas, en el caso del cine español normalmente no pasa, suelen ser malas ideas que llevan a malas películas.

En el caso de este proyecto, y para este pobre anormal que escribe, la idea era buena, la historia bastante novedosa, incluso para el cine yanqui, la ambientación estaba bien lograda, coño, hasta nos había caído simpático el proyecto por rechazar fondos públicos y buscarse la vida. Así que todo parecía indicar que podía sacarse algo bueno, o normal al menos.

Pero un guión desnaturalizado cortado a machete y, esta es la contribución del cine español, unos actores que rozan el autismo interpretativo, perdidos en un oficio que exige trabajo y talento, hacen que meterte en la película y abstraerte se convierta en imposible. El despliegue de actores, en principio, estaba apoyado en la “experiencia” de la mayoría de ellos, nombres como Silvia Abascal, Daniele Liotti, Laia Marull, Óscar Jaenada, Paul Naschy, Eusebio Poncela o Rodolfo Sancho son conocidos por todos nosotros, cuentan con una carrera extensa tras de ellos, sin más, quiero decir que no era un trabajo interpretativo de una cooperativa de adictos al crack, sino actores ”profesionales”, perdón por insistir…

Pero vamos al despiece, tras la desaparición de un tasador de fincas en una antigua y misteriosa mansión del siglo XIX, la empresa tasadora decide enviar a una joven pero buena tasadora para que descubra que coño ha pasado con el anterior y, de paso, a acabar el trabajo. Después de unas extrañas circunstancias en la casa y de unos guardeses aún más extraños, la joven sucumbe a la desaparición... y ya son dos, oiga!!!.

Casi en el mismo momento, descendiendo de un Zeppelín transcontinental , baja Oscar Jaenada. Él está encargado de dos importantes misiones, primera : recibe el encargo de un misterioso “rico”, que porta bastón Kuthuliano para no dar pistas, dueño de la agencia tasadora , cuyo” nombre riconudo” es Maximiliam. Bien pues recibe el encargo de buscar a la joven recientemente desaparecida. Como segunda misión, y la más importante, subirse a un tren y emprender un duelo al más puro estilo zoolander con Ana Risueño, la meta: destruir los cimientos de la interpretación dramática.

A esta frenética búsqueda de talentos se unen dos compañeros más a petición del excéntrico Maximiliam, son otros trabajadores de la agencia/amantes de la agencia, que imbuidos por la relación patrono asalariado, ponen culo en pompa y se dirigen al misterio.

Bien, bien, bien… solo falta el reclamo del misterio, esto es, el origen del mismo. Para transportar al espectador al pasado e imbuirlo en el misterio, Oscar Jaenada y Ana Risueño concentran todo su esfuerzo y capacidad dramática por entrar en un coma vegetativo, parecido al Marichalazo, y de paso practicar para jugar al póquer, mientras simulan conversar sobre una antigua y misteriosa historia de leyenda.

A partir de este momento la película recupera un poco, gracias a una ambientación de finales de siglo muy lograda, que sí ayuda, y a que el grupo de actores de este bloque del film se ven favorecidos por la desastrosa interpretación del elenco anterior, así , Daniele Liotti, Laia Marull y el mítico hombre lobo fallecido al poco de terminar la película, Paul Naschy, consiguen salir airosos de una película difícil. En este viaje al pasado, sin destripar demasiado, nos encontraremos con personajes tales como Aleister Crowley o Bram Stoker.

Ante las numerosas críticas que tuvo esta película, el director escribió una carta abierta para todos aquellos espectadores defraudados con el trabajo, sacad vuestras conclusiones.

El trabajo de La Herencia Valdemar fue dividido en dos partes, “La Sombra Prohibida” es la segunda parte, pero esa es otra HISTORIA. A pesar de todo, el director José Luis Alemán ha sido valiente en su aventura, y así debemos reconocérselo, lástima que no se atreviera con un reparto de actores extranjeros, hubiera mejorado notablemente. De hecho el único actor extranjero, Daniele Liotti, sale bastante bien parado de esta película.

3 comentarios:

  1. Oscar Jaenada, Camarón, Ana Risueño, Canguros, igual de malos e inexpresivos y además punto andróginos, .... mmmmmmmmmmmm, mmmmmmmmmmmmmmm, mi cabeza empieza a echar humo!!!

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  2. "actores que rozan el autismo interpretativo"

    Magistral definición.

    He leído la carta y por lo menos el director reconoce las cagadas. A ver si tiene más suerte y nos brinda mejores obras Cuchulianas en el futuro.

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  3. Me pregunto, ¿sí el film fuera pornográfico sería mejor?

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