La noticia es un poca viejuna pero me ha hecho bastante gracia. Un inglés fue multado por la DVLA (el organismo que regula la política vial en el Reino Unido) y decidió apelar por medio de un combate judicial contra un campeón elegido por dicho organismo.
Como armas para tan singular apelación propuso la katana, el cuchillo ghurka o un gran martillo. El juez, por supuesto, negó dicho método y lo multó con doscientas libras más otras cien de propina. La multa original era de veinticinco libras por olvidarse de comunicarle a la DVLA que su moto estaba fuera de circulación. Pero el honor es el honor. Supongo.
martes, 23 de agosto de 2011
Juicio de Dios
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Ese es el problema de la justicia, no permite auténticos redentos con sed de justicia, que puto crack.
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