martes, 24 de mayo de 2011

Ator 2 el Invencible


Por alguna razón que desconozco nos atrevimos a ver la segunda parte de Ator el Poderoso. En esta parte una voz en off nos explica que el palelítico era una época muy extraña. ¡Y tanto! Desafiando toda lógica nos encontramos en un mundo lleno de armas de metal, castillos del siglo XIX y alquimia de alto nivel. No me quejo de que hayan anacronismos como los estribos en Gladiator, pero no tiene ningún sentido situar la época en el paleolítico si después vas a hacer un popurrí incoherente.

En un castillo (en realidad una cueva) un padre (Akronas) y su hija (Lima) tienen una conversación con la que nos resumen la primera película en cuatro minutos. Si lo llego a saber me hubiera ahorrado noventa de sufrimiento. Ator vive en otra cueva en compañía de un chino con peluca. Se dedica a entrenar con él y a hacer pesas. Mientras tanto volvemos a la cueva-castillo (los planos están tan mal realizados que no engañan a nadie) que está bajo asedio de unos bárbaros liderados por un tal Zor. Lima huye y su padre le da como misión ir en busca de Ator en los confines del mundo para que le ayude. Pues nada. La chica recibe un flechazo y en un par de minutos llega junto a Ator. Deben de vivir en el asteroide B612 de El Principito. Es curada por los dos guerreros pero Ator se hace de rogar (no mucho) y finalmente cede pero no sin antes ponerla a prueba.

Nuestros queridos héroes se dirigen felices a cumplir su misión. Al poco tiempo entran en una cueva donde son atacados por un ser invisible pero al que vencen con facilidad tras cubrirlo con unas capas. Justo después son atacados otra vez por unos caníbales paleolíticos. Pero menos mal que Ator, el semidios, tiene numerosos recursos.

Con el susto de muerte que les mete con los fuegos artificiales ahora son libres para poder escapar indemnes de la cueva del mal. Más tarde acaban encontrándose con un poblado en una cantera con casetas cutres de madera. Allí los paisanos les dan unos brebajes que los dejan groguis y cuando despiertan están atados a unos postes. Son conducidos por unos mongoles junto a una especie de Thulsa Doom cutrísimo. Ator y Lima servirán como sacrificio al dios Serpes (una serpiente de goma gigante) pero el chino con peluca (que no había sido capturado) se cuela dentro del templo y desata a Ator. Y de esta manera vuelven a huir con vida. De nuevo.

Llegan al castillo de Lima y es cuando tiene lugar uno de los WTFs más WTFs que he visto en mucho tiempo. El puto Ator se saca un ala delta paleolítico de Dios sabe donde y con él distrae a los guardias para que el chino y Lima puedan colarse por una entrada secreta pero no sirve de nada porque los ven al momento (?).

Ator entra en el castillo y se enfrenta a Zor. Le vence y se despide de Lima ya que tiene que seguir su destino. Y ya, sin saber a cuento de qué termina la película con una explosión atómica mientras de fondo se escucha a un caballo cabalgando. Sin duda alguna es el final más espectacular que he visto en mi vida.

Hay que tener en cuenta que la película se rodó en dos semanas y sin un guión previo. Parece ser que el pobre Miles O'Keeffe (Ator) tenía un contrato para hacer un determinado número de películas con Joe D'Amato hasta una fecha concreta y se dieron prisa para rodarla. Esto lo explica casi todo.

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