Comienzo esta crónica tras una resaca más que real. En la estación de Charing Cross lo primero con lo que me encontré fue con unos treinta policías rodeando a unos tres detenidos. Me hizo gracia ver como uno de ellos sacaba fotos de tapadillo mientras estaba esposado en el suelo. Trafalgar Square como no podía ser de otra forma estaba lleno a rebosar, el problema es que todos los accesos estaban cortados por lo que decidimos probar suerte por el lateral del National Gallery.
El panorama no era mejor pero había un tipo con megáfono amenizando la ceremonia que se podía ver de lejos en una pantalla gigante en medio de Trafalgar Square. Banderas de la Union Jack por todas partes y de vez en cuando se dejaba ver alguna inglesa vestida de novia.
Cambiamos de estrategia y pasamos por St James's Square Gardens donde se amontonaban los cuatro latas consulares.
Pedazo de coche se gastan los italianos.
La seguridad ante todo.
Al más puro estilo británico nos refugiamos en un pub para tomar una pinta y de paso ver por la televisión a los nuevos Duques de Cambridge recién casados y paseando en el carruaje. Todo un ambiente plebeyo fervoroso. Hubo incluso quien se animó a sacar el champán y a entonar el God save the Queen. Más estereotipado imposible.
Tras renovar fuerzas fuimos hacia Buckingham Palace. Este edificio es el Athenaeum Club. Charles Darwin fue uno de sus miembros y en el año 2002 por fin admitieron mujeres.
Nos plantamos delante del palacio St James esperando a que levantaran la barrera y nos dejaran entrar. Justo coincidió el cambio de guardia. Desde el 2008 Guillermo y Enrique vivían juntos aquí.
Al poco rato la policía nos mando apartar para la comitiva de la boda con varios autobuses VIP. Me hizo gracia ver a varios invitados sacando fotos al público mientras nosotros hacíamos lo propio.
Justo después abrieron el paso a Buckingham Palace y todo fueron prisas.
El clímax final llegó con la aparición de la familia real en el balcón. Mi vista es un poco mierdosa por lo que simplemente saqué fotos al tuntún de los que estaban en el mismo lado que nosotros. Después al contrastar las fotos de los periódicos me di cuenta de que fotografíe al príncipe Carlos y a Camila junto a la Reina y a su divetido consorte. Una puta mierda.
Hasta en Chinatown están con los novios.
Un escocés tocando el Amazing Graces.
Un par de veteranos del Desembarco de Normandía.
Farewell Londres, volveré para la boda de Enrique.
sábado, 30 de abril de 2011
La crónica Real
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A Nai que che trouxo! Por certo felicidades a miña mama! Te mandamos para sacar los trapos sucios de la familia real, aquello que no debe ser contado y...ciertamente sacaste a Camila junto al polo de limón, buen trabajo...puedes volver a casa.
ResponderEliminarVuelvo orgulloso. Espero que un recibimiento con gaiteiros y empanada en Alvedro.... Bueno, me conformo con que no me tiren piedras.
ResponderEliminarFaremos unha mistura, tiraremoste gaiteiros e empanada, pero non pedras, nunca pedras, tal vez non...
ResponderEliminarMmmh, paréceme ben.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEurope is living a celebration!!!!
ResponderEliminarviva Guillermo y Catalina, ay que bonicos mamá!!!!
el supuesto comentario de Natalia es de Sparky el haker, muajajajjajajaj, terror en la red, LA RED EUROPEA!!!