
Reparto impresionante, idea arriesgada y un guión que da bandazos son, grosso modo, el esqueleto de esta película, que con buenas intenciones naufraga.
No se si es una “crítica mordaz”, termino que perdió todo su significado de tanto ser usado con cualquier mediocre comedia, hacia la sociedad y los modos de vida, sobre el vacío de lo cotidiano y la culpa de la existencia, toma.
Entrando en materia, la historia parte del desencuentro de un ecologista, Jason Schwartzman, al ser apartado de su fundación por un guaperas, Jude Law, que poco a poco intenta hacer que el pobre desgraciado desaparezca. Una serie de extrañas coincidencias le hacen buscar ayuda en un gabinete de “detectives existenciales”, en el que Dustin Hoffman le intentará ayudar a comprender la importancia de esas coincidencias y, de paso, la existencia. Un combate entre escuelas existenciales, Naomi Watts, imagen de Huckabees (unos grandes almacenes), con una crisis de personalidad, un bombero loco, Mark Wahlberg, en el abismo y Shania Twain cómo motor de conjuras completan este caótico film.
Creo que tiene algunos detalles muy buenos y un bonito envoltorio, pero hay escenas sin sentido, no hace buenos “enganches” entre las historias y por ello a veces rechina y, sobre todo, teniendo buenos actores no pueden parecer estatuas de hielo, menos Mark Wahlberg y Jason Schwartzman, el prota, el resto no comunican nada.
Director: David O. Russell
Reparto:
• Jason Schwartzman
• Isabelle Huppert
• Dustin Hoffman
• Lily Tomlin
• Jude Law
• Mark Wahlberg
• Naomi Watts
Como detalle impactante, dejo esta surrealista conversación del personaje de Mark Wahlberg con una anciana “española” en la que buscan el significado de…la vida, supongo.