Tuve el placer de acudir al tercer y último pase del estreno mundial de Electric Slide en el Tribeca Film Festival. Desearía poder haber visto la sensación del festival, Zombeavers (sí, castores zombies...), pero problemas de agenda me lo impidieron. Para hacerlo más accesible para el público general tienes la oportunidad de hacer cola 45 minutos antes de que empiece hasta que se llene el aforo. Es una buena idea y la verdad es que para esta película no había mucha cola ya que al llegar sólo estaban esperando cuatro personas por delante de mí. Al poco tiempo apareció un señor mayor sosteniendo un papel impreso. No le presté mucha atención pero el señor que estaba en la cola de primero la tomó al vuelo. Al cabo de unos minutos otra señora mayor con dos papeles esta vez se ve que los ofrecía también. La chica que iba delante mía los tomó y me pasó uno. Aparentemente tenía una entrada anticipada gratuita por lo que pasábamos de primeros en otra cola "VIP". ¡Gracias Elaine!
Volviendo al tema que nos trae. Se trata de un biopic en forma de comedia dramática sobre la vida de Eddie Dodson. Fue este un vendedor de muebles medio famosete en el círculo de famosetes de verdad de Hollywood. El pobre se enganchó a las drogas y para sufragarse los gastos se metió a atracador de bancos. Al principio vemos como es un poco cutre y se dedica a lamer conas para robar lo que puede pero más tarde conoce a una chica raruna y juntos se convertirán en el Bonnie and Clyde real de la ciudad de los sueños.
Es una buena película y lo mejor es la fantástica banda sonora que tiene, incluyendo la banda sonora original. Hay que destacar la presencia del ya entrañable a estas alturas Christopher Lambert haciendo de mafioso francés. El actor principal tiene una voz un poco rara, no sé si a propósito o el actor es así, que lo hace más simpático. No en vano se le llamó el Gentleman Bandit. Arrancó multiples risas y un amago de aplausos sin mucho éxito como el que de momento tiene en Imdb con un 6 de nota.
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