jueves, 25 de octubre de 2012

Abraham Lincoln: Vampire Hunter



 

En este selecto blog de ponzoña y frikismo light, no solemos hablar de, o mejor dicho, escribir de películas actuales, puede ser porque ya no quedan actores que brillen como el terciopelo de un viejo puticlub sesentero, puede ser porque en el cine actual no encontramos ese romanticismo loco y estúpido que llevó a muchos infelices a intentar (vean que está subrayado)  hacer cine o tal vez puede ser porque las películas nuevas de screener me pongan de mala ostia y que sea cada vez más complicado bajárselas con un mínimo de calidad……
Bueno, pues después de todos estés “puede ser”, tuvimos que ver Abraham Lincoln Cazavampiros, y si, ya lo sé, debimos habernos quedado con algún puede ser” y ver otro refrito de mierda, pero teníamos ganas de marcha y ahí vamos.

Un joven Lincoln amigo de un chico negro, giño, es apartado del amor de su familia por unos vampiros pro-esclavistas, quienes asesinan a las féminas y dejan derrotado al padre del chico. Muerto el padre se acabo la rabia, Lincoln decide que es la hora de vengarse y matar a unos cuantos colmilleros paletos, para lo cual coge una maleable hacha de metro y pico y se presenta en un bar-nido para ajusticiar al cabrón que acabó con su mamá. 

·         Hasta este momento no parecía que la película pudiera desbarrar mucho (coño, teniendo en cuenta el puto título, ya sé, ya sé, el puto Lincoln matando vampiros…)

Bueno pues antes de que el mozalbete haga nada digno de mención, un extraño, al estilo de Star Wars, lo coge bajo su ala protectora y le enseña a utilizar el hacha como una vedette y a talar árboles de una ostia.

De ahí en adelante mi mente se nubla bastante y no sé,….aparece un malo malísimo de 5.000 años, el extraño resulta ser un vampiro renegado, Lincoln se casa, se convierte en presidente, hacen que un carro haga un trompo en mitad del salón de una mansión sureña, nos enteramos que los vampiros no se pueden matar entre sí y…ah! le nace barba al viejo Abraham, se saltan unos 20 añitos.

Bueno, pues después de todo este despiporre que no se explica muy bien en la cinta, estamos en mitad de la Guerra Civil norteamericana (otra vez, ya me siento medio paleto irlandés desdentado) y Lincoln siente el jadeante aliento de vampiros y paletos en el cogote. Esta alianza tan terrible nos lleva a uno de los momentos triunfadores de la cinta, para ganar Gettysburg, el presidente decide fundir las cuberterías de plata de los ricachones para estampárselas a los vampiros y para transportar esta pesada carga mandan un tren que…que….se me sonrojan las almorranas de pensarlo, eso tenéis que verlo porque es inenarrable.








Al final ganan y el amigo Abraham se va para el teatro….
El único pensamiento que me quedo al acabar de ver la película fue pensar en Van Helsing y en Salomon Cane.

2 comentarios:

  1. buffff, requetebuffff, poco más q añadir...me encanta por cierto el videojuego q has colgado...porque es un videojuego, no???:DD

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