Hard Rock Zombies (II Despiece)

Previously on Happypsychofamily…

Capitán- Aguantad el trinquete, bajad la mesana ¡!!

Grumetillo- Pero capitán nos hundiremos...Digo...

El representante se encontraba comiendo con la extraña familia (2 viejales, 2 mozuel@s y un par de cómicos enanos deformados, más el servicio correspondiente), cuando de repente el viejales exclama con ferocidad que ya ha llegado la hora y que no quiere esperar ni un minuto más, se levanta de la mesa, le da a un botón que estaba allí (como en cualquier mesa) y se quita lo que antes era su rostro y finalmente se descubre como mascara, ¡tantantanchan! El benedito viejo es el mismisimo Hitler y la vieja mujer comadreja es la imposible Eva Braun,..................... ¡Dios bendito! ¿No es el mejor giro de la historia de las historias del mundo del cine? Seguramente NO, pero es que en ese momento solo faltaba que se dieran por el culo unos a otros y usaran a los enanos de jurado sodomita. Bueno pues llegado a este punto en el que tienes ganas de ahorcar sapos (es una afición como otra cualquiera y yo no me meto contigo porque te toques, que lo sé y tus padres también), la buena de la joven lleva flores y el casete resucitador a la tumba de los miembros del grupo (cuanta clase tenía Hitler, los mata, si, pero también los entierra por separado).

En cuanto se escucha la música se empiezan a mover la tumbas de un palmo de tierra y salen brazos, piernas y, por fin, el resto del cuerpo, aunque algo cambiados, ya que lo que no sabían era que al resucitar por medio del sortilegio musical, sus cara y aspecto cambiarían a un estilo Kiss, ya que aparecen con la cara pintada y, uno de ellos, con un mini sombrero de obra, tal cual te lo cuento chacho. Además de estos efectos estéticos, se mueven de manera limitada, como en un videoclip de Michel Jackson, pero aún así, los jóvenes muertos caminan hacia su venganza, acabando rápidamente con Hitler y sus esbirros mutantes, arrancando cabezas y cabecitas. Claro que existía un problema, la musiquilla seguía sonando, con lo que los anteriormente vivos, que ahora estaban muertos, se convierten en una cosa a medias, un muerto-viviente. El grupo de mamonas sigue a lo suyo y se ponen a tocar en un escenario de la mansión Hitleriana siendo observados por un agente musical (ni me acuerdo que ostias hacia allí) mientras el propietario del garito se dirige al pueblo para matar, que es lo que mejor se le ha dado desde chiquitillo y su hijita baila tal cual araña en celo al ritmo de las monas maquilladas.
En final escabrosos, todo se junta en singular mierdoncio, acabando unos en sus tumbas y otros desperdigaos por los jardines de la mansión, una auténtica ejecución sin vergüenza.
Un auténtico truño que solo deber ser degustado por avezados cinéfilos de nivel 7, aquellos que ya se hayan enfrentado a engendros como Drácula 3000 o similares, abstenerse noveles que crean que Los inmortales II es mala.



Director:
Krishna Shah
Interpretes:
E.J. Curse
Geno Andrews
Sam Mann