martes, 15 de junio de 2010

Hard Rock Zombies (I Despiece)





Dios nos quiere, no sé si vivos o muertos, pero está claro que nos quiere, por ello, de vez en cuando, más pronto que tarde, envía a las musas para inspirar verdaderas pesadillas conceptuales como esta película, para recordarnos lo que podría ocurrir si a él o ella le sale del choto o chota.
Así comenzaré con la autopsia de este engendro abortado de la mente de la mejor prostituta de Mordor:
Un grupo “heavy” de los 80 vive su momento de gloria, tocando sus canciones de pueblo en pueblo, tal cual una orquesta de feria, con groupies que los siguen y con muchas ganas de hacer el chorras y el maricón como solo un heavy podría hacer. El conjunto es inigualable… si vives en Utah con los mormones, sino los puedes encontrar en cualquier garito de chaperos haciendo el Ídem, ya que tocar, lo que es tocar, tocan poco. Pero el destino les tiene preparado algo especial a estas monas, ya que el cantante con pinta de Redneck Rumano, graba en una cinta con un ritmo de mierda unos versos sacados de un libro, que será capaz de resucitar a los muertos (así, con dos cojones, ni arca de la alianza ni señales indescifrables de corruptores de menores, un Casete para el walkman, por si te da un infarto haciendo footing).
En uno de estos vaivenes del destino el grupo llega a un pueblo un tanto siniestro, que les deja claro desde el principio que no les agrada su presencia ni su pestilente música, cuando tan solo llegar empiezan a tocar y bailar como unas auténticas mamonas, en plan video clip, y el director de la ejecución fílmica nos deleita con unos 3 minutos de reloj de planos alternados del grupo y del sheriff y dos paletos, que andaban por ahí, escupiendo y negando con la cabeza (no digas que no y pégales un tiro ostia).
Tras el desacertado incidente y advertencias de carácter gestual, son llevados al calabozo, porque el heavy no es bueno. El cantante Redneck Rumano se camela a una joven que les ayuda a escapar, siendo inmediatamente invitados a una mansión de ricachones para tocar, así como la vida misma, mientras su representante va a convencer a los del pueblo de las bondades del grupo. Antes de partir el Redneck Rumano le da a la jovenzuela la cinta rara ya que quién sabe si le va a pasar algo a un grupo tan querido.
Al llegar se encuentran a un par de viejales, dos mozalbetes (chico chica) y un par de enanos malogrados (como en mi comunión), que les piden que toquen para no sé qué ostias, unos electrocutazos después, a los de la casa les da el siroco y empiezan a cargarse uno a uno a estos tipejos. En este punto debo resaltar un dato importante, ya que la abuela es en verdad una Mujer-comadreja (porque pinta de lobo…no tiene) uhuhuhu.
Tras la misteriosa desaparición del grupo, el representante llega a la mansión haciendo preguntas, que son contestadas con una invitación a una comida especial, como en la aldea, en mitad de la comida el viejales se levanta y...

(La segunda parte de la insufrible película en el siguiente post)

3 comentarios:

  1. Por el poder de jerucristo y sus rayos cristianos!!!cuelga ya la 2ª parte que no aguanto esta intriga!!!!

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  2. Tranquilidad, es com cuando estás estreñido, si lo haces de vez...malo, mejor poco a poco.

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  3. Lo que viene después me dejó en estado shock profiláctico.

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